Estalinismo

Estalinismo o stalinismo es un término utilizado para referirse al estilo de gobernar de Iósif Stalin en la Unión Soviética.

El estalinismo se refiere al estilo de gobernar de Stalin, generalmente de un modo despectivo (represión política, culto a la personalidad, etc.), mientras que el marxismo-leninismo se refiere al sistema socioeconómico e ideología política implementada por Stalin en la URSS y después copiada por otros estados basados en el modelo soviético (economía centralizada, estado unipartidista, etc.); el antirrevisionismo (movimiento que se le relaciona comúnmente a la personalidad del líder soviético), en cambio, propone que Stalin fue el legítimo sucesor de Lenin en la práctica del socialismo científico. El marxismo-leninismo se conservó después de la desestalinización, mientras que el estalinismo no lo hizo. Sin embargo, el término "estalinismo" es a veces utilizado para referirse al marxismo-leninismo, a veces para evitar sugerir que el marxismo-leninismo está relacionado con el marxismo y el leninismo, ya que no hay un acuerdo entre historiadores sobre si Stalin realmente siguió los principios de Marx y Lenin o no.[1]

Características

El sistema estalinista se caracteriza por:

Con estas premisas, otros comunistas y socialistas, así como los capitalistas, por semejanza, analogía o implantación de este sistema, califican de "estalinistas" a otros regímenes, como los de Corea del Norte (con Kim Il-sung), Albania (con Enver Hoxha) y Rumanía (con Nicolae Ceaușescu) a pesar de que muchos de estos tenían un carácter considerado como "revisionista".

Durante su gobierno, Stalin convirtió la atrasada Unión Soviética en una auténtica potencia mundial con un crecimiento vertiginoso que nunca consiguieron los jefes de estados posteriores, quienes llamaron a la desestalinización. Durante su gobierno, aumentaron las competencias del control por parte del Comité Central del Partido Comunista de la Unión Soviética, algo considerado necesario por el partido para afrontar la industrialización y la posterior Segunda Guerra Mundial. Es por este motivo que detractores consideren a la extinta Unión Soviética un Estado obrero con deformaciones burocráticas y no un Estado socialista. Hay quienes van más allá al catalogarlo, en especial en círculos trotskistas, como una forma de estatalización o de capitalismo de Estado (Tony Cliff). La política dirigida por Stalin impulsó una economía y una sociedad colectivas, con el objetivo de provocar un crecimiento que hiciera de la URSS una gran potencia industrial. Para ello se siguieron estas directrices:

El estalinismo como teoría política

El término utilizado en la Unión Soviética y que continuaron utilizando quienes apoyaron su política, el Marxismo-Leninismo, se designaba oficialmente la doctrina revolucionaria en la URSS. Esto debido al hecho de que Stalin no haya representado una doctrina/tesis superior a la de Marx, Engels y Lenin. El denominado "estalinismo" se centra en interpretar y aplicar las ideas de aquellos, construyendo un sistema político que adapta las ideas Marxistas-Leninistas a las necesidades cambiantes de la sociedad. Entre quienes dicen profesar el marxismo o el leninismo, hay muchos que ven al estalinismo como una perversión de esta ideología; los trotskistas en particular son virulentamente anti-estalinistas, considerando a Stalin como un contra-revolucionario que utilizaba a Marx como excusa, algo que también piensan los partidarios de Stalin sobre Trotski.

Los seguidores de Stalin creían que era la máxima autoridad del leninismo, después de la muerte de Lenin en 1924, tras haber sido elegido Secretario General del Partido Comunista de la Unión Soviética en el XII Congreso. Enfatizaron el hecho de que Trotski no se unió al partido de Lenin hasta 1917, afirmando que Trotski no creía realmente en las contribuciones de Lenin (necesidad de un partido de vanguardia, ley del desarrollo desigual), y que Lenin siempre fue especialmente crítico con Trotski (al cual denominó en ocasiones "Judas Trotski").

Las principales ideas de Stalin dentro de la práctica política fueron:

Manifestación en Londres.

Estalinismo económico y político

El término fue primero utilizado por los trotskistas opuestos al régimen socialista de la Unión Soviética. Los trotskistas argumentan que la URSS estalinista no era socialista ni comunista, pero sí un Estado de trabajadores burocratizado y degenerado; un estado no-capitalista en el que la explotación estaba controlada por una casta dirigente que, aunque no era propietaria de los medios de producción y no era una clase social, acumulaba beneficios y privilegios a costa de la clase trabajadora.

Construyendo y transformando el legado de Lenin, Stalin dirigió el sistema socialista de la Unión Soviética durante los años 20 y 30. Una serie de planes quinquenales hicieron posible el desarrollo acelerado de su economía. Grandes avances se observaron en muchos sectores, especialmente en el del hierro, explotación del carbón y acero. La sociedad fue llevada de una posición de décadas de retraso respecto a Occidente a una posición de igualdad económica y científica en 30 años, según algunos datos estadísticos. Algunos historiadores de la economía actualmente creen que fue el más rápido crecimiento económico que haya tenido lugar en la historia.

A causa del prestigio e influencia de la Revolución de Octubre en Rusia, muchos países que durante el siglo XX buscaron un modelo alternativo al sistema de mercado siguieron los pasos de la URSS, tanto política como económicamente.

Entre los años 1924 y 1953 la URSS fue gobernada por Iósif Stalin, por lo que este periodo se conoce como el estalinismo. Políticamente, el ascenso al poder de Stalin expresó el despliegue de un estado burocrático y autoritario, el establecimiento de un cambio radical en la puesta en práctica del socialismo, que fue diseñado por la revolución bolchevique.

Después de la muerte de Stalin en 1953, su sucesor Nikita Kruschev repudió sus políticas, condenó el culto a la personalidad de Stalin en su discurso secreto del XX Congreso del Partido en 1956, e instituyó un proceso de desestalinización y liberalización (dentro del mismo marco político), la tesis reformista del tránsito por la vía pacífica al socialismo y la coexistencia con el imperialismo. Este proceso de apertura se dio en llamar el deshielo de acuerdo con el título de la novela de Iliá Erenburg. En consecuencia muchos de los partidos comunistas de todo el mundo que habían mostrado su apoyo a Stalin, adoptaron las posiciones reformistas moderadas de Jrushchov, con mayor o menor agrado. Las excepciones por parte de países socialistas fueron la República Popular de China y la República Popular de Albania, gobernadas por Mao Zedong y Enver Hoxha respectivamente, países que llegaron a cortar las relaciones con el resto de países del Bloque del Este en los años 1960. China siguió la ideología maoísta; Albania rechazó la condena del XX Congreso, y declaró su fidelidad al gobierno de Stalin. En este momento se pasó a diferenciar entre distintos grupos de partidos comunistas: prosoviéticos, proalbaneses u hoxhaístas, y maoístas o prochinos.

Estalinismo en el mundo

Manifestación del Partido Comunista Chileno (Acción Proletaria) por el 1 de mayo en Santiago de Chile, con un lienzo inlcuyendo retratos de Marx, Engels, Lenin y Stalin

El estalinismo en otros países, principalmente en las décadas de 1930 a 1950), estuvo asociado directamente al alineamiento a las políticas de Moscú y del Komintern. Varios gobernantes de estos regímenes podrían, según los críticos de Stalin, ser considerados "estalinistas", como Mátyás Rákosi en Hungría, Georgi Dimitrov en Bulgaria, Klement Gottwald en Checoslovaquia, Bolesław Bierut en Polonia y Horloogiyn Choybalsan en Mongolia.

Otro regímen socialista considerado por algunos como estalinista fue el de Enver Hoxha en Albania, el cual lo declaraba abiertamente e incluso mantuvo una efigie del gobernante soviético en la plaza principal de Tirana, cuando en el resto de Europa Oriental los homenajes a Stalin ya habían cesado. Sin embargo, determinados gobiernos, aunque socialistas, no encajan en la definición de estalinistas por adoptar otras medidas económicas y alineamientos geopolíticos distintos, como el régimen de Nicolae Ceausescu en Rumania o de Deng Xiaoping en China.

Críticas

Trotskistas suelen referir al conjunto de sistemas políticos con elementos comunes o afines a los desarrollados o implementados durante el mandato de Stalin, asociados por estos a Estados obreros degradados, es decir, que experimentaron una serie de transformaciones o deformaciones burocráticas.

El escritor y periodista británico George Orwell, hace en su novela satírica de 1945 titulada Rebelión en la granja una caricatura de lo que fue el antirrevisionismo en Rusia, en el molino de viento representa los planes quinquenales de Stalin, y la ilusión de Trotsky de un socialismo mundial, muy semejante a la ilusión de los molinos del Quijote.[2]

Véase también

Referencias

  1. Александр Бутенко (Aleksandr Butenko), Социализм сегодня: опыт и новая теория// Журнал Альтернативы, №1, 1996, pp. 2–22 (en ruso)
  2. Shmoop Editorial Team, "La iniciativa de Napoleón y los Planes Quinquenales de Stalin en Rebelión en la granja," Shmoop University, Inc.,11 November 2008, http://www.shmoop.com/rebelion-en-la-granja/la-iniciativa-de-napoleon-y-los-planes-quinquenales-de-stalin-simbolismo.html (accessed May 8, 2013).

Bibliografía

Enlaces externos

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