Iatrogenia

Iatrogenia, también llamado acto médico dañino, es el acto médico debido, del tipo dañino, que a pesar de haber sido realizado debidamente no ha conseguido la recuperación de la salud del paciente, debido al desarrollo lógico e inevitable de determinada enfermedad terminal. Este acto médico tiene resultados negativos temporales, debido a factores propios de la patología enfrentada o a factores propios, peculiares y particulares del paciente ("ya sea su hábito constitucional, su sistema inmunitario, su forma de reaccionar o disreaccionar, o cualquier factor desconocido pero evidentemente existente, o sea idiopático" como refiere el Dr. Luis Alberto Kvitko).[cita requerida]

Al ser un acto médico debido, al igual que el acto médico eficaz, no genera responsabilidad. Algunos ejemplos son la flebitis postcatéter, la infección urinaria leve después de mantener por varios días una sonda vesical, la flebitis de las piernas después de la extirpación de un apéndice gangrenado, etc.[cita requerida]

Se deriva de la palabra iatrogénesis que tiene por significado literal ‘provocado por el médico o sanador’ (iatros significa ‘médico’ en griego, y génesis: ‘crear’).[cita requerida]

La iatrogenia es un estado, enfermedad o afección causado o provocado por los médicos, tratamientos médicos o medicamentos. Este estado puede también ser el resultado de tratamientos de otros profesionales vinculados a las ciencias de la salud, como por ejemplo terapeutas, psicólogos , farmacéuticos, enfermeras, dentistas, etc. La afección, enfermedad o muerte iatrogénica puede también ser provocada por las medicinas alternativas.[cita requerida]

Desde un punto de vista sociológico hay tres tipos de iatrogenia: iatrogenia clínica, social y cultural.

Historia

Desde los albores de la civilización se han conocido los daños que pueden provocar las acciones de los médicos. Los párrafos 218 a 220 del Código de Hammurabi, grabado hace casi cuatro mil años, manifiestan los conocimientos que la sociedad civil utilizaba en la antigua Mesopotamia para defenderse frente a supuestos errores, temeridades y negligencias de los médicos.

Un milenio y medio más tarde Hipócrates recomendaba en la sección undécima del libro primero de las Epidemias: Ayudar o por lo menos no dañar ("Ofeleein i mi vlaptein", en el original griego). Esta frase inspiró el conocido aforismo latino "Primum non nocere" atribuido a Galeno.[cita requerida]

La norma clásica de “ante todo no hacer daño” (primum non nocere) es una de las bases de la ética médica, y las enfermedades o muertes iatrogénicas provocadas voluntariamente por el médico o por negligencia han sido castigadas por la justicia en muchas culturas.[cita requerida]

La transferencia de bacterias patógenas desde las salas de autopsia de los hospitales a las salas de maternidad llegó a provocar altísima mortalidad por sepsis puerperal (o fiebre puerperal) en las maternidades hospitalarias en los albores del siglo XIX, y fue una de las catástrofes iatrogénicas de la época. La forma de infección fue identificada por Ignacio Felipe Semmelweis que simplemente lavándose las manos con un concentrado desinfectante redujo la mortalidad.[cita requerida]

La iatrogenia todavía tiene una alta incidencia en el siglo XXI aunque se pretendió que con el desarrollo de la medicina científica (también llamada biomedicina), supuestamente se podía esperar que los casos de enfermedades o muertes iatrogénicos se redujeran considerablemente o desaparecieran siendo fácilmente evitables. Se dijo que con el descubrimiento de los antisépticos, anestesia, antibióticos y nuevas técnicas quirúrgicas, la mortalidad iatrogénica disminuiría enormemente. No obstante, a modo de ejemplo, la iatrogenia es la tercer causa de muerte en Estados Unidos según estudios recientes.[1][cita requerida]

Causas

Hay varias causas de iatrogenia:

No es iatrogenia

[cita requerida]

Incidencia e importancia de la iatrogenia

La iatrogénesis es más frecuente de lo que se cree y es un riesgo evidente para los pacientes. En un estudio realizado en 1981 en EE. UU. se descubrió que el 36% de 815 pacientes que ingresaron consecutivamente en un hospital universitario sufrieron alguna afección iatrogénica. En 9% de los enfermos ingresados el incidente se consideró grave al representar un peligro para la vida o provocar graves lesiones. En el 2% de los 815 casos la afección iatrogénica se consideró que había contribuido a la muerte del paciente.[cita requerida]

En otro estudio que se hizo sobre 101 casos iatrogénicos que se dieron en 84 pacientes «el problema más frecuente fue incorrecta evaluación del paciente (16,4%) fallos al atender y hacer el seguimiento (12,7%) y fallos en el laboratorio al hacer las pruebas (12,7%)», según Weingart, 2000.[cita requerida]

En EE. UU. se considera que en el año 2000 se produjeron 225.000 muertes provocadas por efectos iatrogénicos.

Basándonos en estos cálculos, la iatrogenia sería la tercera causa de muerte en EE.UU. después de las afecciones cardíacas y las enfermedades cerebrovasculares.

De este total de 225.000 muertes al año debidas a causas iatrogénicas:

Las infecciones iatrogénicas nosocomiales superan como causa de muerte al SIDA, cáncer de mama o accidentes de tráfico. Las causas pueden ser debidas a: disminución del lavado de manos del personal tras el contacto con pacientes, mayor número de pacientes inmunodeprimidos, aumento del uso de antimicrobianos y resistencia a ellos, reparaciones en las instalaciones que fomentan la aparición de esporas y polvo.

Estudios recientes (2011) ponen las cifras anteriores obsoletas y las ubican solamente en Estados Unidos en las 581.926 defunciones anuales.[3] Se está estudiando también el uso de tejidos (sábanas en los hospitales) impregnados en óxido de cobre (que actúa como bactericida y mata los virus) para reducir las infecciones nosocomiales intrahospitalarias.[4]

Significado

Se confunde su etimología con su significado, lo cual es absolutamente incorrecto, pues la palabra iatrogenia sirve para definir aquel daño que resulta inherente a la aplicación de un tratamiento, con independencia de quien lo administra o prescribe.

Ejemplos

También deberíamos considerar aquí el caso de la amputación de un miembro gangrenado.

Entonces, debemos entender en su cabal y real dimensión la Yatrogenia o Iatrogenia, que es un efecto insoslayable de la propia terapia que se aplica y que resulta inevitable ya que, como todo acto humano, tiene consecuencias, unas positivas, otras negativas. Es importante la consideración de todas ellas en la administración de los tratamientos de cualquier tipo, ya que es allí donde radica el buen aprendizaje del médico.[cita requerida]

Iatrogenia y caso fortuito

Distinto de la iatrogenia es el caso fortuito, ya que este último es aquel que no puede ser previsto o que, previéndolo, no puede ser evitado.

Ejemplo:

Si se le administra a una persona un medicamento cualquiera y esta resulta tener lo que se denomina idiosincrasia hacia ese fármaco, entonces la persona puede sufrir un estado de afección que puede llevarla hasta la muerte. Pero el idiosincrásico no sabe que es tal, ni el médico tiene forma alguna de saber quién puede ser idiosincrásico a determinado medicamento en forma anticipada, no hay estudio de laboratorio, radiografía ni análisis que puedan determinar a priori esta condición en una persona.[cita requerida]

El ingerir un medicamento y sufrir un daño en estas condiciones, resulta en un típico caso fortuito, pues no había forma humana alguna de saber que la persona era idiosincrásica a esa molécula y, aunque el médico puede tener siempre presentes en su mente este tipo de eventualidades, muchas veces no hay alternativa terapéutica alguna pues, si todos podemos ser idiosincrásicos a cualquier sustancia, entonces, no deberíamos ingerir nunca nada en ninguna circunstancia, demostratio ab absurdum que exime de cualquier comentario adicional.[cita requerida]

Iatrogenia y mala praxis

La mala praxis es un concepto jurídico totalmente diferente de los anteriores y que implica a su vez la existencia de culpa jurídica, culpa que se expresa a través de la negligencia, la impericia, la imprudencia y/o la inobservancia de los deberes propios del cargo.

En este caso estamos en presencia de delitos culposos perfectamente tipificados en los códigos penales de muchas naciones; aquí existe un daño producto de una conducta culposa a expensas de un obrar displicente y sin el suficiente celo (la negligencia), de un obrar osado más allá de las exigencias de la circunstancia (la imprudencia), de un obrar sin las suficientes destrezas para concretarlo (la impericia), o de un obrar sin la observancia de las obligaciones intrínsecas a la tarea que se ejecuta (la inobservancia de los deberes inherentes al cargo).

Iatrogenia y dolo

Ciertos delitos consumados con intención de provocar daño,que puede variar desde la lesión leve, hasta el homicidio, deben ser separados de la yatrogenia, pues en esta, desde luego, está excluida la intencionalidad.

Ejemplos de delito doloso:

Iatrogenia e incumplimiento de terapéutica

Aunque parezca obvio, debe también separarse de la yatrogenia el incumplimiento de terapéuticas en que incurren algunos pacientes, ya sea por desidia, por incomprensión, por temor o por algún fin inconfesable, tal como podría ser el obtener un rédito de alguna clase por la minusvalía o la incapacidad física que resultaría del incumplimiento del tratamiento indicado.

Ejemplos:

Es fácil comprender que en estos casos jamás podría hablarse de iatrogenia.

Iatrogenia y abandono de tratamiento

En este caso, algo similar al anterior, el paciente también en forma desidiosa abandona su tratamiento, con los mismos elementos de motivación o no que en el caso precedente, pero a diferencia del anterior, aquí el paciente no incumple con las medidas terapéuticas prescriptas, sino que, lisa y llanamente hace un abandono de su tratamiento sin haber recibido el alta médica. En muchos de estos casos no hay un móvil inconfesable, sino simplemente una conducta orientada por abandono de sí o el temor ante prolongar el sufrimiento, que hacen que el paciente no termine su tratamiento.

Como en el caso precedente, aquí tampoco resulta aplicable el concepto de yatrogenia pues las secuelas que el paciente podría presentar no están asociadas inherentemente al tratamiento indicado, prescripto o administrado.

Yatrocidio

O iatrocidio, del griego γιατρός: médico y cidium (latín): acción de matar; es la “privación de la vida de un ser humano por la acción de un médico". No confundir con σκοτώνουν. Es parte de las acciones yatrogénicas es decir causadas por médicos.Puede ser: a) incidental, b) accidental o c) intencional. Como este término puede confundirse con la muerte de un médico (una variedad de homicidio) se ha propuesto el vocablo iatrogenicidio.[cita requerida]

Véase también

  • Bioética
  • Cascada diagnóstica
  • Cascada terapéutica
  • Criterios de Beers
  • Efecto cascada
  • Efecto nocebo
  • Efecto placebo
  • Episodio de atención
  • Escepticemia
  • Ética médica
  • Historia natural de la enfermedad
  • Incertidumbre médica
  • Infección nosocomial
  • Intrusismo
  • Malicia sanitaria
  • Medicalización
  • Medicina preventiva
  • Negligencia médica
  • Paciente polimedicado
  • Prevención cuaternaria
  • Principios de Tavistock
  • Proceso de atención
  • Producto milagro
  • Promoción de enfermedades
  • Resultado sanitario
  • Seguimiento médico
  • Seguridad del paciente

Referencias

  1. Journal of the American Medical Association Vol 284 26 de julio de 2000
  2. Barbara Starfield. Is US health really the best in the world? Journal of the American Medical Association. 2000; 284(4):483-4.
  3. Null G, Feldman M, Rasio D, Smith D, Dean C. Death by Medicine. Nutrition Institute of America. 2011
  4. Borkow G, Gabbay J. Using copper oxide in medical devices and textiles to fight disease – effective, inexpensive and feasible. MSAS. 2006; 137-42.

Bibliografía

Enlaces externos

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