Metro (sistema de transporte)

Primer subterráneo eléctrico de Europa, hoy en día, parte del metro de Budapest.
Estación del Metro de Barcelona con puertas de andén.
Vista exterior de una estación elevada del Metro de Santiago.
Ranking de sistemas de metro del mundo.

El metro (de ferrocarril metropolitano), subterráneo, subte (de ferrocarril subterráneo), o ferrocarril metropolitano, es un sistema de trenes urbanos ubicado dentro de una ciudad y su área metropolitana. Se caracteriza por ser un transporte masivo de pasajeros en las grandes ciudades, uniendo diversas zonas y sus alrededores, con alta capacidad y frecuencia, y separados de otros sistemas de transporte. Las redes de metro se construyen frecuentemente subterráneas (Madrid, Buenos Aires, Santiago), aunque a veces se disponen elevadas (Chicago, Lima) e incluso a nivel de calle (México, Medellín) pero con plataformas y vías exclusivas. Estos sistemas operan sobre distintas líneas que componen una red, deteniéndose en estaciones no muy distanciadas entre sí y ubicadas a intervalos generalmente regulares. El servicio es prestado por varias unidades de coches eléctricos que circulan en una formación sobre vías. Normalmente se integran con otros medios de transporte públicos y, a menudo, son operados por las mismas autoridades.

El metro es un sistema de transporte más rápido y con mayor capacidad que el tranvía o el tren ligero, pero no es tan rápido ni cubre distancias de largo alcance como el tren suburbano o de cercanías. Es indiscutible su capacidad para transportar grandes cantidades de personas en distancias cortas con rapidez, con un uso mínimo del suelo. Pese a que la tendencia expansiva de las redes de metro de las grandes ciudades las ha llevado a conectar con otros núcleos de población periféricos del área metropolitana, el tipo de servicio que prestan sigue siendo perfectamente independiente y distinguible del que prestan otros sistemas de transporte ferroviarios.

Terminología

La palabra "metro" es apócope de "metropolitano" (del latín metropolitānus). Paradójicamente, el metro más antiguo en el dominio lingüístico español se denomina "subterráneo"[cita requerida] (coloquialmente "subte", traducción literal del londinense Underground, el metro más antiguo del mundo). La denominación "subte" o "subterráneo" se utiliza con exclusividad en Argentina, mientras que en otras se usa la palabra metro, tal y como se conoce en los demás países de habla hispana, tomada de la denominación de la primera red de Francia, en París.[cita requerida]

Metro es también el término más utilizado en el mundo para denominar a este sistema de transporte. Otros nombres usados en inglés son subway (sobre todo en Estados Unidos), underground y tube; U-Bahn en alemán; metropolitano o metrô en portugués, metropolitana en italiano y chikatetsu en japonés, entre otros.

Historia

En 1843, el inglés Charles Pearson propuso, como parte de un plan de mejora para la ciudad de Londres, abrir túneles subterráneos con vías férreas. En 1853, 10 años después de alegatos, el parlamento inglés autorizó la propuesta y en 1860 comenzó la construcción: el 10 de enero de 1863 abrió la primera línea de metro con locomotoras de vapor, que más tarde fueron remplazadas por carbón.El primer metro del mundo fue el subterráneo de Londres (denominado Metropolitan Railway), inaugurado en 1863 con seis kilómetros de longitud.[1] En años sucesivos fue extendiéndose, de forma que en 1884 formaba un anillo de aproximadamente veinte kilómetros. A continuación se le añadieron líneas radiales, en parte a cielo abierto y en parte en túnel, para constituir el Metropolitan and District Railway. Las locomotoras eran de vapor. Posteriormente se comenzó la excavación de túneles en forma de tubo y se electrificaron las líneas, de allí la denominación inglesa Tube.

La siguiente ciudad en tener metro fue Nueva York, cuya línea más antigua, que estaba totalmente separada del tráfico, la West End de la BMT, estuvo en uso desde el mismo año que el Subterráneo de Londres: 1863.

En 1896, Budapest (con la inauguración de la línea de Vörösmarty Tér a Széchenyi Fürdő, de cinco kilómetros) y Glasgow (con un circuito cerrado de 10 km) fueron las siguientes ciudades europeas en disponer de metro. La tecnología se extendió rápidamente a otras ciudades en Europa y luego a los Estados Unidos, donde un elevado número de sistemas se han construido.

A partir del siglo XX comenzó la expansión por Latinoamérica, Oceanía, África y Asia, donde el crecimiento ha sido más grande en los últimos años. Más de 160 ciudades tienen sistemas de tránsito rápido, con un total de más de 8000 km de vías y 7000 estaciones. Otras veinticinco ciudades tienen nuevos sistemas en construcción en 2009.

El primer tren subterráneo en Latinoamérica fue el de la ciudad de Buenos Aires, inaugurado en 1913, con la Línea A que circulaba por debajo de la avenida Rivadavia, con estación inicial en Plaza de Mayo (Ver más abajo)

Europa

Reino Unido

Europa es pionero en el transporte público sobre carriles. El Metro de Londres, el primero y el más antiguo del mundo, funciona desde enero de 1863.

Turquía

"Tünel", la corta línea de metro que une los barrios de Karaköy y Beyoğlu -entonces, durante la época otomana, más conocidos como Galata y Pera, respectivamente- en el lado europeo de Estambul, y la primera experiencia de transporte público subterráneo en Turquía, fue inaugurada el 17 de enero de 1875, siendo segundo en antigüedad en Europa.[2]

Acualmente funcionan sistemas de metro en cuatro ciudades del país: Adana, Ankara (Ankara Metrosu y Ankaray), Esmirna y Estambul.

Una línea del Metro de Estambul conocida como Marmaray es un metro intercontinental, uniendo Europa y Asia por debajo del Estrecho de Estambul.

España

Historia en América

Los comienzos

Uno de los primeros países americanos y del hemisferio sur que construyó su propia red de metro fue Argentina, en Buenos Aires, en el año de 1913. Hasta 1944 se inauguraron 5 líneas (Línea A en 1913, Línea B en 1930, Línea C en 1934, Línea D en 1937 y Línea E en 1944). En 2014 la red de subterráneos de la Ciudad de Buenos Aires transportó 222 millones de pasajeros.[10]

Los primeros proyectos para un metro en Argentina se remontaban a 1886, cuando una casa comercial solicitó al Congreso de la Nación construir un "tranvía subterráneo" entre la Estación Central del Ferrocarril (que se hallaba junto al ala norte de la Casa Rosada) y la Plaza Once. En 1889 Ricardo Norton solicitó la concesión por perpetuidad para instalar dos ferrocarriles subterráneos: uno desde la Estación Central hasta Plaza Lorea, y de allí hasta Once. El otro uniría Plaza Constitución con la intersección de Lima y Avenida de Mayo. Estos dos ferrocarriles estaban planeados para tener doble vía y luz eléctrica.

En este mismo año un tal Barrabino propuso al Concejo Deliberante de la ciudad construir un tranvía que circulase algunos tramos bajo tierra, pero el Ministerio del Interior le negó a la Intendencia la facultad de dar concesiones para construir en el subsuelo de la ciudad. Por este motivo, los proyectos posteriores se presentaron directamente al mencionado ministerio. Cuando en 1894 se decidió emplazar el edificio del Congreso en su lugar actual, la idea del subterráneo resurgió, pues se buscó acortar el tiempo de viaje entre la Casa Rosada y el Congreso (con el mismo fin también se pensó en construir un tramway aéreo eléctrico que fuera por la Avenida de Mayo). Miguel Cané, quien fuera Intendente de Buenos Aires (1892-1893), también expresó en 1896 la necesidad de construir un subterráneo similar al de Londres.

Expansión reciente

Años 1970

Más de cinco décadas después, la Ciudad de México construye su propia red en 1969 (Metro de la Ciudad de México)construye e inaugura 3 líneas la linea 1 de Zaragoza a Chapultepec la linea 2 de Tacuba a Taxqueña y la linea 3 de Tlatelolco a Hospital General . Le siguen en Brasil las redes de metro de São Paulo en 1974 y Río de Janeiro en 1979. En Santiago de Chile se inauguran en 1975 la línea 1 y 1978 la línea 2 del Metro de Santiago.

Años 1980

En los años 1980, hay un cierto auge de este sistema de transporte:

Años 1990

Durante los años 1990, se construyeron los metros de Medellín en Colombia, se terminaría en 1991 el de Monterrey en México y se construirían otras 3 líneas en la Ciudad de México, así como la ampliación de muchas redes ya existentes.

Años 2000
Década de 2010
Tren del Metro de Lima.

En la década de 2010 surgen los siguientes proyectos:

Infraestructura

La mayoría de los trenes de ferrocarriles metropolitanos son de unidades de tren eléctricas con longitudes de dos a más de diez coches. La electricidad para las motorizaciones eléctricas es provisto por un tercer carril o catenaria. Otro sistema de propulsión en algunos trenes es el motor lineal.

La mayoría circulan en vías férreas de acero convencionales, aunque algúnos utilizan neumáticos de goma, como el Metro de Montreal. Los neumáticos de goma posibilita circular por pendientes empinadas, pero generan mucho ruido, tienen mayores costes de mantenimiento y son menos eficientes energéticamente. También pierden la fricción cuando las condiciones climáticas son húmedas o heladas, previniendo el uso por la superficie en el Metro de Montreal.

El tamaño de la tripulación ha disminuido a través de la historia con algúnos sistemas modernos con plena operación automática del tren (ATO) (como los sistemas VAL, SAET, el sistema de AnsaldoBreda o el SelTrac) que permiten el funcionamiento del tren sin conductor, algúnas redes que utilizan este sistema son el Metro de Copenhague, el Metro de Rennes, el Docklands Light Railway de Londres, las línea 1 y línea 14 del Metro de París y las líneas L9, L10 y L11 del Metro de Barcelona. Otros trenes siguen teniendo los conductores, aun cuando su único papel es abrir y cerrar las puertas de los trenes en las estaciones, como el Tren Urbano de San Juan y el Metro de Santiago de Chile.

En el metro se utiliza el sistema de medición neta (net metering en inglés), como es en el caso de España, para no derrochar electricidad.

Variaciones

Sin embargo no todas las ciudades del mundo pueden contar con este tipo de transporte, en ciudades con suelo débil (falto de consistencia) y situadas en zonas sísmicas su costo se elevaría casi un 300% de lo que costaría construir éste en otra ciudad. El caso del metro de Sevilla, por encontrarse el nivel freático demasiado alto además del tipo de terreno marismeño, también supuso una dificultad técnica añadida.

Aunque existen ferrocarriles urbanos cuyo trayecto transcurre total o parcialmente en la superficie, como el de Medellín, el concepto de metro se asocia generalmente a ferrocarril subterráneo, solución que fue progresivamente adoptando las ciudades que no la habían adoptado originalmente, debido a varios motivos, entre los que pueden estar la superioridad en el orden de la calidad estética y ambiental del trazado subterráneo, así como la falta de terreno disponible o la carestía del suelo en las grandes ciudades.[11]

Cuando el metro circula a cielo abierto, generalmente se colocan las vías sobre plataformas metálicas o de hormigón elevadas unos cuatro o cinco metros del suelo,[12] de forma que el metro no interfiera con el tráfico de las calles. No obstante, su ruido puede resultar molesto para los vecinos, así que en algunas ciudades, como en la Ciudad de México, Santiago de Chile o París, los trenes que circulan por las líneas de metro que transcurren parcialmente a cielo abierto están dotados de coches con rodadura férrea o de acero, lo que confiere un silencio y confort de marcha considerables. En otras, como Praga, el trayecto sobre la superficie se realiza dentro de tubos elevados.

A partir de la electrificación de los ferrocarriles, el metro se ha convertido en un medio de transporte eléctrico en todo el mundo. En algunos casos la corriente es conducida por unas catenarias por encima del tren (a veces rígida, como en Madrid, más eficientes) y, en otros, existen vías especiales destinadas a esta tarea en los laterales del trayecto (como es el caso, por ejemplo, de los metros de Londres o de Santiago).

En los últimos años los operadores de sistemas de ferrocarril metropolitano se han lanzado a la construcción y explotación de líneas de metro ligero, que por sus peculiares características de construcción y explotación se consideran independientes de las líneas convencionales.

Sistemas de control

Las redes de metro tienen una gran frecuencia que obliga a instalar complejos sistemas que control con los que se busca entre otros objetivos:

Los sistemas de protección y control más frecuentes son:

Línea 1 de MetroValencia con sistema ATO

Se pueden utilizar varios sistemas al mismo tiempo. Por ejemplo, los metros que circulan con un sistema ATO de conducción automática suelen estar protegidos continuamente por un sistema ATP.

Galería de imágenes

Véase también

Anexos al artículo

Otros medios de transporte de gran capacidad

Transporte público

Referencias

  1. «History». Transport for London. Archivado desde el original el 1 de diciembre de 2015. Consultado el 17 de abril de 2008. (Inglés)
  2. http://www.iett.gov.tr/tr/main/news/dunyanin-en-eski-ikinci-metrosu-tunel-bu-yil-/1389
  3. Comisión Nacional Reguladora del Transporte
  4. «El metro: una oportunidad para el desarrollo sostenible en las grandes urbes». Archivado desde el original el 1 de diciembre de 2015. Consultado el 18 de abril de 2008.
  5. «Metros sobre la superficie». Archivado desde el original el 1 de diciembre de 2015. Consultado el 17 de abril de 2008.

Enlaces externos

This article is issued from Wikipedia - version of the Friday, February 05, 2016. The text is available under the Creative Commons Attribution/Share Alike but additional terms may apply for the media files.